Hay un gesto íntimo y atemporal, capaz de ofrecer beneficios inmediatos tanto al cuerpo como al espíritu: estamos hablando de la inmersión en el relax que puede ofrecer la sauna.
Muchos se han familiarizado con este recorte de tiempo especial, perfecto para recargar las pilas: un escape rápido de la rutina diaria, a menudo compuesta de estrés y ruido. El término sauna generalmente se refiere a todos aquellos tratamientos que, en un ambiente cerrado, permiten que el cuerpo cosechar los beneficios ofrecido por las altas temperaturas. Luego debemos distinguir entre la sauna finlandesa, que se expone al calor seco en una cabina de madera, y el baño turco, que en cambio se lleva a cabo en condiciones de humedad y aprovecha los beneficios de la difusión del vapor.
De todos modos, el de la sauna se ha convertido en un guarnición de bienestar indispensable y un abrazo que se busca incluso durante las vacaciones.
Adiós piel más bonita y dolores musculares
Lejos de casa, de hecho, los efectos beneficiosos de la sauna se amplifican: se escenifica un ‘doble escape’, perfecto para estimular momentos de introspección y reflexión sobre uno mismo. Las ventajas de dedicarse periódicamente a esta antigua práctica son muchas y conciernen ante todo Piel, que sale de la sauna limpia e hidratada además de más elástica: los poros se dilatan, las toxinas y las células muertas son expulsadas.
Los beneficios son, sin duda, también para circulación, ya que el calor tiene un importante efecto vasodilatador. ¿El resultado? La presióny baja y ajusta, con beneficios para el sistema musculoesquelético (una panacea especialmente para personas que padecen artritis). El consejo, una vez terminada la sesión de calor, es tomar una agradable ducha de hielo: uno choque termal que mantendrá el sistema cardiovascular más activo.
La sauna es real filosofía de vida, que también tiene un efecto anti-envejecimiento: ayuda a mejorar el tono físico y a eliminar los radicales libres.

La mente se libera y el sistema inmunológico se fortalece.
Hemos hablado de beneficios para el cuerpo y el alma, de hecho, la relajación y la sudoración sirven para eliminar no solo dolores y toxinas sino también para ahuyentar la estados de ansiedad. El estrés, con el que vivimos constantemente juntos, afloja el agarre y el resultado es que incluso el sueño mejora: por lo tanto, también podemos afrontar los días con un espíritu completamente diferente.
Sin olvidar que la relajación asociada al tratamiento de sauna ayuda al liberación de endorfinas, para una sensación de placer difuso que recorre todo el cuerpo. Otro aspecto importante, estrechamente relacionado con la sauna de tipo finlandés, se refiere al fortalecimiento del sistema inmunológico que se puede obtener.
Esto se debe a que las altas temperaturas típicas del tratamiento son perfectas para eliminar las bacterias, que provocan diversas infecciones. Especialmente la sauna ayuda al cuerpo a calibrar su temperatura y tiene un efecto sobre los sistemas de termorregulación, previniendo la aparición de fiebre. Gracias al aumento de la frecuencia cardíaca, el cuerpo quema más calorías, por lo que también obtiene un adelgazar (una sesión en la sauna equivale a una caminata sostenida de aproximadamente una hora).
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