Las emociones y los sentimientos son útiles para conectar y cuidar a los demás. Esto es lo que pueden hacer nuestros pequeños gestos.
Para cuidar de los demás a veces no es necesario comprometerse con algo especial. La mayor parte del tiempo toma muy poco conectar con alguien, incluso una simple pregunta como “¿Cómo te sientes?”. Estas simples palabras de hecho llevan consigo un bagaje mucho más importante, o conceptos fundamentales como preocupación por el bien de las personas que nos rodean o su bienestar físico. Tratemos de entender por qué.
La importancia de los pequeños gestos
Cuidar de los demás o de los seres queridos es un aspecto de la vida que a menudo se subestima. Comportamientos como estos, sin embargo, han cobrado una importancia cada vez mayor, sobre todo después de la emergencia del Coronavirus. De hecho, desde el final de la pandemia hemos entendido lo prioritario que es poder gozar de buena salud y, de hecho, sentirse bien.

Estar cerca de los seres queridos o cuidar de los demás son gestos sencillos que, durante demasiado tiempo, se han dado por sentado, pero que en realidad han una gran importancia. Así que tratemos de entender lo útil que puede ser cuidar a los demás.
Cuarentena y comodidad
Poder contar con la presencia y ayuda de otras personas, y obviamente con su comodidad, fue uno de los conceptos que asimilamos durante la cuarentena. En este período seguramente habrá ocurrido preguntarle a alguien, a través de un teléfono o una pantalla, cómo se siente. En esos momentos definitivamente queríamos estar cerca de la persona con la que estábamos hablando.
Precisamente estos comportamientos enfatizan la importancia de la atención, la cercanía o, en otras palabras, cuidar de los demás. Este concepto, además de ser fundamental en nuestra vida, tiene un valor inestimable.
El valor de cuidar a los demás
Pero, ¿qué significa concretamente cuidar a los demás? de la gente que amamos o que están cerca de nosotros? Obviamente, responder a esta pregunta no es tan simple. Sin embargo, podemos decir que los pequeños gestos cotidianos, como preguntarle a alguien cómo se siente, son una buena forma de transmitir cariño, consuelo, paciencia y cercanía a las personas que más nos importan.
Precisamente porque ahora se han vuelto obvios, estos gestos adquieren una gran poder emocional y ayudar a cimentar las relaciones, especialmente después de las privaciones impuestas por la cuarentena.
Esta es precisamente la importancia de cuidar a los demás, lo que nos permite sintonizarnos y crear conexiones, que también aportan atención, compromiso y cuidado. El significado de estos pequeños gestos es, por tanto, muy profundo y puede ayudar a muchas personas a sentirse más cerca y menos solas.
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